queen jane aproximately

viernes, febrero 29, 2008

monopoly

No lo he conseguido, he fracasado, no he dado la talla, creí estar cerca, muy cerca…jamás estaré al nivel del ser humano. En realidad abandono, no soy capaz, jamás podré ser una buena persona.
Hoy se han cerrado las puertas de mi única oportunidad de ser feliz, no me han dejado ir y todo es por mi culpa.
Japón pareció no importarme, en nueva york no estuve a la altura y en los demás lugares fui un desastre.
Ya no me queda nada, lo he perdido todo, vuelvo al punto de partida. Sólo que esta vez, no pienso partir.

miércoles, octubre 25, 2006

rosa rock’n’roll y negro johnny cash

Esta noche muero una vez más en los brazos de mis sueños. Me he tomado dos pastillas, supuestamente relajantes, y todavía no me siento mejor.
Hoy ha sido un día terrible, como casi todos. En el trabajo ya no me permiten crear, pretenden que mecanice mi trabajo y eso no me deja respirar, me ahogo.
Sobrevivo gracias a mi actual “biblia” (autobiografía de Johnny Cash) y a las chorradas.
Este mediodía he paseado por un mercadillo de antigüedades con mis ojeras crónicas y decadentes. Tipos desaliñados venden artilugios que cuanto más sucios están más caros son. Un cretino intentaba venderme un piano, menos mal que no ha fijado un precio, porque posiblemente lo hubiese comprado.
Me he fijado en un calendario vintage de los años 70, es alemán, perfecto para mí, puedo detener el tiempo o hacerlo volar, me encanta.

lunes, octubre 23, 2006

the scape

Hoy he vuelto a recordar mi huída.
Al finalizar mis estudios me sentí atrapada en esta maldita ciudad. Quería dejar mi trabajo de prácticas, mis amigos absorbentes, mi familia que no me dejaba respirar…quería estar sola, cualquier lugar era válido mientras nadie pudiera comunicarse conmigo. Aterricé en Berlín y por primera vez me sentí libre. Mucha gente dice que huir no es la solución, que los problemas van donde tú vas, pero es mentira. Me atrevería a decir que allí fui feliz, mi cuaderno lo muestra al releerlo por quinta vez. Aprendí a ir en bici y beber cerveza simultáneamente entre otras cosas.
Regresé a Barcelona cuando el frío se hizo insoportable y mis ideas empezaban a congelarse.
Me siento igual que entonces, sólo que esta vez no dispongo de amigos, de familia y el trabajo me importa poco.
He pensado en dejar el trabajo, en buscar un puesto en un parking nocturno donde no tenga que tratar con nadie y pueda estar sola. Pero he visto demasiadas películas y no sé si será una buena idea.
Tengo claro que huyo de mi misma y eso me tiene atemorizada.

domingo, octubre 15, 2006

siegessäule

Cuando era pequeña imaginaba mi funeral. Siempre pensé que saldría en algún recorte de prensa, y que habría mucha lágrima. Jamás supe si mi madre lloraría o no, siempre dudaba cuando llegaba esa secuencia. Hoy ya sé exactamente lo que sucederá, sólo que no me apetece contarlo.
No sé cómo he acabado sola, o sí lo sé. Me he dedicado a cerrar puertas y a no abrir ventanas. Los tres “amigos” de los que disponía han desaparecido, o los he hecho desaparecer. En cierto modo, mi vida también se ha esfumado.
Recuerdo cuando vivía en Berlín, allí estaba sola y todo tenía sentido. Ahora estoy en mi ciudad natal sola y ya nada tiene sentido.
Me gustaría llorar, pero la rabia y el orgullo me contienen a hacerlo. No llevo nada bien el estado de tristeza permanente, aunque a veces crea que puedo con ello.
Quiero volver a Berlín, quiero volver a sentirme cerca del ángel y de Nick Cave.

sábado, octubre 14, 2006

crash!

El miércoles me digné a salir del trabajo a mi hora. Normalmente salgo más tarde para tener la mente ocupada y no pensar en locuras.
Conducía a una velocidad moderada mientras escuchaba el disco azul de Leon Russell. De pronto hubo un parón, frené rápidamente, miré por el retrovisor y una furgoneta gigante se estampó con la parte trasera de mi coche y me desplazó lo suficiente como para hacerme colisionar con dos coches más. El coche está destrozado.
Me di un golpe bastante fuerte en la cabeza. Cuando abrí los ojos vi las gafas de sol en una punta y todos los cds revueltos por el coche. También vi como bajaba el tipo del primer coche, y el del segundo, no volví a mirar por el retrovisor para no ver al tipo de la furgoneta. Durante unos segundos pensé en no bajar, en detener el tiempo, en quedarme allí dentro para siempre, en silencio, pero bajé. No era mi hora, si algún día muero en una accidente de coche quiero que suene “ne me quitte pas”.
Ahora mismo escucho “Friendly Fire” de Sean Lennon, no lo soporto, quiero que muera, es perfecto. Me pregunto si podré ser capaz de hacer algo así.
Estoy terriblemente triste, necesito a alguien que me arranque de cuajo la pena.

Nota. Rockear con collarín no es nada estético.

domingo, octubre 01, 2006

el baile de los vampiros

El viernes fue el último día del postgrado. Ese postgrado que me pagó mi jefe sin rechistar. Quise hacerlo para tener la mente ocupada y no pensar en todos mis problemas. Acabó siendo peor el remedio que la enfermedad. Todos me caen mal, todos hacen preguntas estúpidas, todos me miran porque no hablo con ellos.
Un proyecto en grupos de 4 era el cierre de fiesta, evidentemente mi grupo era sólo de uno. Llegaba tarde a la presentación, unos 20 minutos tarde, así que decidí ir a dar una vuelta, todavía no sé en qué estaba pensando. Finalmente presenté dos horas más tarde, no fue un éxito, pero ya soy libre, no tendré que volver a ver a todos esos cretinos.
Ayer quise ir al cine, a ver "Heart of Gold" el documental de Neil Young, pero pensé que siendo sábado habría demasiado pseudointelectual y para variar, no me apetecía trato humano.
Decidí ir a comprarme una nevera, y acabaron conmigo, nofrost, descongelación automática, combis, frigoríficos, un motor, dos motores, programa vacaciones,...si yo sólo la quiero con botellero.
No recuerdo muy bien que hice por la noche, posiblemente nada bueno.
Hace un rato he arrastrado la nevera hasta el comedor, y allí está mirándome, porque no soy capaz de llevarla a su lugar de origen, la cocina. Así que va a tener que ver conmigo “El baile de los vampiros”…que romántico, sesión de tarde con una nevera.

sábado, septiembre 23, 2006

marlon brando, pocahontas and me

Ayer fue un día terrible, como todos los demás. Sigo adentrada en mi misantropía personal y parece que no levanto cabeza. Mi insomnio cada día se agudiza más y creo que empiezo a rozar el desequilibrio absoluto. Ayer fui al bar de siempre, la camarera de siempre que me sirve "lo de siempre", sólo que yo no soy Harry el Sucio, soy una reina, una reina de los antros.
Al entrar estaba sonando "she's rainbow", podría haber sido el inicio de una noche muy honky tonk.
Me senté en el único sitio libre que quedaba en la barra, entre dos especímenes que son más asiduos que yo. En un extremo de la barra había un tipo que no dejaba de mirarme mientras sonaba algún tema de los Traveling Wilburys. El tipo de mi derecha me preguntó si esperaba a alguien, le dije "sí, espero a Tom Petty" y asintió. A partir de la quinta cerveza empecé a sentirme más triste y a beber más rápidamente.
Me largué cuando empezaron a llegar los buitres nocturnos, curiosamente sonaba "jealous again" de los Black Crowes.
De vuelta a casa, recordé la primera vez que los vi. Yo era una quinceañera que se escapó de casa para coger un tren lleno de machos que apestaban a cerveza, destino Gijón. Concierto de los Stones, y teloneros The Black Crowes.
Esta mañana me he levantado con resaca, y en mi cabeza sonaba "hey hey, my my, rock and roll can never die" así que me he puesto a tocar canciones de Neil Young mientras fuera llovía sin parar.